No somos solo un cuerpo físico. Somos energía, vibración y conciencia. La LNT actúa sobre esos cuerpos sutiles para armonizarlos y permitir que la salud real florezca.
En el mundo energético existen múltiples capas de nuestro ser: el cuerpo físico, emocional, mental y espiritual. Cada uno almacena información, heridas y aprendizajes. Cuando uno se desequilibra, todo lo demás se ve afectado.
La medicina convencional rara vez mira más allá del síntoma. La energía, en cambio, va directo a la raíz.
En una sesión de LNT, es habitual que se desbloquee no solo el cuerpo físico, sino también emociones reprimidas o creencias limitantes. Algunas personas incluso reviven recuerdos olvidados o sienten que algo “se recoloca” dentro de ellas.
Este reequilibrio permite que tu sistema se regenere, como si quitaras peso que no sabías que cargabas.
La energía es sabia. Y tu cuerpo también. Solo hay que escucharlo con atención… y con otra frecuencia.
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