¿Es posible sanar sin estar presente? La energía no entiende de distancias, y la LNT lo demuestra en cada sesión a distancia donde ocurren transformaciones reales.
Las sesiones de LNT a distancia son igual de efectivas que las presenciales. ¿Cómo puede ser? Porque la energía no se transmite por el cuerpo, sino por la intención, la frecuencia y la apertura de la persona.
Antes de la sesión, solo es necesaria una fotografía reciente. El terapeuta conecta con el campo energético de esa persona, y a través del movimiento canalizado, se realiza el tratamiento.
Muchas personas reportan sensaciones físicas aunque estén en otro país: calor, presión, movimientos involuntarios o sueños lúcidos. Lo más importante es que los cambios emocionales y físicos llegan igual que si la persona estuviera en la camilla.
La clave está en confiar, soltar el control mental y permitir que la energía haga lo que mejor sabe hacer: sanar.
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